Paciencia, hermanos, y moriremos ancianos.

viernes, 16 de julio de 2010

ALGUIEN MIENTE...


Creo que además de la reclamación individual legalmente establecida y del recurso al ruido mediático, deberíamos unir nuestras voces y hacernos oír como COLECTIVO DE AFECTADOS. Constituir, sea por internet o de manera física, recogiendo firmas, coordinando criterios, una PLATAFORMA que tenga más fuerza que las voces aisladas y que se sume a éstas como una avalancha de indignación.

A los políticos si algo les asusta es perder votos y tener enfrente un grupo cohesionado, organizado o que al menos lo parezca.

Ganar unas elecciones no significa patente de corso para actuar al margen de las necesidades reales de la ciudadanía. Tenemos el derecho de controlar su actuación, pedirles responsabilidades, exigirles rectificaciones. Resulta incluso ofensivo que, amparándose en la crisis, realicen recortes que devalúan la atención y cuidado de los que más lo necesitan y que con su esfuerzo prolongado de toda una vida de trabajo y cotización se vean ahora privados de unos derechos que por justicia social y moral les corresponden.

No me creo que no puedan recortar de otros lados y que tengan que cebarse en los más débiles, amparándose en la escasa repercusión que nuestro caso tiene y seguramente aprovechando las vacaciones de verano, como de tapadillo.

Mi familiar no merece el abandono que se avecina, ni yo, ni en el futuro nuestros hijos.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Nunca dudes que un pequeño grupo de ciudadanos pensantes y comprometidos pueden cambiar el mundo. De hecho, son los únicos que lo han logrado.